Alejandro Magno conoce a Diógenes
01/12/2011 | carlosgoga | cambio, educación | No hay comentarios
Cuando Alejandro Magno llegó a la India, se encontró con un hombre extraño, Diógenes.
Era una mañana de invierno. Una brisa fresca soplaba y Diógenes yacía en la orilla del río, tomando el sol, desnudo. Era un hombre hermoso – de una belleza extraordinaria, como de otro mundo.
Diógenes no tenía nada, ni siquiera un tazón para mendigar. Cierto día, cuando se dirigía a beber agua con su tazón, vio a un perro precipitarse en el río. El perro saltó dentro y bebió – Diógenes se rió y dijo, «Este perro me ha enseñado una lección. Si él puede vivir sin un tazón, entonces ¿por qué no yo?». Fue así como tiró su tazón, saltó al río y bebió igual que lo hacía el perro. Desde entonces, Diógenes ya no tuvo nada.
Alejandro nunca había visto a un hombre tan elegante, con tanta hermosura… Estaba tan asombrado con Diógenes que se acercó y le dijo «Señor…» Era la primera vez en su vida que decía «Señor» para dirigirse a alguien. Dijo «Señor, estoy inmensamente impresionado por cómo eres y cómo vives, y me gustaría hacer algo por usted. ¿Hay algo que yo pueda hacer por usted?”
Diógenes dijo: «Sólo da un paso a un lado… porque me estás tapando el sol – eso es todo. No necesito ninguna otra cosa”.
Alejandro dijo:» Si tengo otra oportunidad para venir a la tierra, le pediré a Dios que, en lugar de hacerme Alejandro, que quiero que me haga Diógenes”.
Diógenes se rió y dijo,» ¿Quién te impide que eso ocurra ahora? Puedes convertirte en un Diógenes en este momento ¿A dónde vas? Durante meses he visto pasar ejércitos arriba y abajo, en permanente movimiento ¿a dónde vas? ¿y para qué? «
Alejandro dijo: “Voy a la India… para conquistar el mundo entero»
«Y entonces ¿qué harás?» preguntó Diógenes.
Y Alejandro dijo: «Entonces descansaré»
Diógenes se rió de nuevo y dijo: «Estás loco – porque yo estoy descansando ahora y no he conquistado el mundo. No veo la necesidad de hacerlo ¿Quién te ha dicho que antes del descanso tienes que conquistar el mundo? Y yo te digo: si no descansas ahora, entonces nunca lo harás. Alguna cosa u otra siempre quedará por conquistar… y el tiempo es fugaz. Morirás a mitad de camino en tu viaje – todo el mundo muere a mitad del camino».
Y eso pasó. Alejandro murió a mitad de camino. Cuando estaba regresando de la India, murió en el camino. Y aquel día, Alejandro se acordó de Diógenes. Sólo Diógenes estaba en su mente – él nunca podría descansar en su vida, y aquél hombre descansaba sin más.
Etiquetas: cuentos