¿El mundo del revés? Cierto, pero es fácil devolverlo a su lugar
03/05/2013 | carlosgoga | cambio | No hay comentarios
Durante mi regreso desde Málaga en el AVE, he ojeado todos los periódicos que estaban en el bar. Uno tras otro. Andaba escuchando una canción de Chambao. Su título es ‘Lo mejor para ti’. Aquí el vídeo; aquí la letra. Hubo una época en que esta canción me recordó a una mujer hermosa que andaba pasándolo mal. Sin embargo, hoy pensé de inmediato en mi España querida. Y a ella quiero dedicársela. Pero no, no es de la canción de lo que quiero hablar hoy.
De entre los periódicos que he ojeado, uno de ellos era el ABC. Me ha llamado especialmente la atención un artículo de opinión bajo el título “Adaptándonos a un mundo al revés”, de un tal José Félix Pérez-Orive Carceller. Si puedes, te recomiendo que lo leas. Aunque no es fácil, porque estando disponible en ABC.es, su lectura está cerrada a suscriptores. Es un artículo que empieza bien pero que conduce, según lo he sentido yo, hacia la resignación. Resumiendo de manera atrevida, dice que el mundo (y España) está del revés y que lo único a nuestro alcance como sociedad y como individuos es adaptarnos y resignarnos.
Y es aquí donde me rebelo. Y me rebelo enérgicamente recordando una pequeña conversación que tuve con mi hijo mientras accedíamos a la Puerta del Sol, en Madrid, durante el 15-M. Quería enseñarle como se lucha por la dignidad. Con la humanidad por delante. Aquí la reproduzco:
– Papi, ¿qué hacen todos aquí? – me preguntó.
– Cariño, todos estamos aquí para protestar – contesté.
– ¿Y porqué protestamos, papi?
– Cariño – le dije, mirándoles a los ojos mientras sujetaba sus manos – es muy fácil de entender. Tenemos políticos que mienten a las personas, cuando su trabajo es decirles la verdad. Tenemos bancos que roban a las personas, cuando su trabajo es proteger su dinero. Tenemos grandes empresas que despiden a las personas, cuando su trabajo es contratarlas. Y tenemos periódicos que lo esconden todo, cuando su trabajo es denunciarles y que lo veamos. Fíjate, cariño, el mundo se ha vuelto del revés. Y todos los que estamos aquí lo sabemos. Y estamos indignados. Y por eso protestamos.
– ¿Sabes qué, papi? – me dijo
– Te escucho, cariño
– Pues que yo también estoy indignado y también voy a protestar. ¿Cuánto tiempo hay que protestar?
– ¿Cuánto tiempo? – repetí mientras me sonreía – Todo el que haga falta. Hasta que nos escuchen.
– Pero ¿y si nos cansamos antes? – me replicó con su cara de niño – Yo ya tengo hambre y quiero cenar.
– Pues cuando nos cansemos, hijo, nos vamos a casa y cenamos. Pero volveremos otro día, y así hasta que nos escuchen y pongan otra vez el mundo en su sitio.
El artículo en cuestión y la conversación con mi hijo me llevan a replicar a José Félix Pérez-Orive Carceller con palabras dirigidas a él. Y a ti. Y a mi.
“No, no nos resignamos”. “Si, es cierto; el mundo está del revés”. “Si, puede parece complejo, pero la solución es fácil”.
¿Fácil? ¿Me he atrevido a escribir ‘fácil’? ¿Qué la solución a nuestro problemas es fácil? Casi escucho su contrarréplica y también la tuya y también la mía. Y contesto que si, que es fácil. La solución a los problemas es fácil y directa y entendible. Basta con retomar la conversación que empecé con mi hijo y completarla, siendo más explícito.
1. Necesitamos que los políticos dejen de mentir y de robar y de enchufar a sus miembros. Y que se dediquen a contarnos las verdades y a proteger y administrar lo común con responsabilidad y a dignificar a servidores de la función pública como profesores, médicos y bomberos [Más sobre los políticos aquí y aquí y aquí]
2. Necesitamos que los bancos dejen de robar y chupar de comisiones y otros ingenios financieros y dejen de aparcar sus excedentes en Deuda Pública. Y que se dediquen a proteger nuestros ahorros y a ofrecerlos en préstamo a quien realmente tenga un proyecto que beneficie a la sociedad y sea sostenible económicamente y a facilitar la circulación del dinero [Más sobre los bancos aquí y aquí y aquí]
3. Necesitamos que las grandes empresas dejen de despedir gente, abandonen ese peregrinar permanente de su actividad tan fácilmente identificable con países donde se permite la explotación inhumana de los trabajadores y paren las permanentes subidas de precios. Y que se dediquen a crear riqueza y empleo aquí, donde está su mercado, y que además repercutan en el consumidor final las eficiencias de las economías de escala de las que disfrutan.
4. Necesitamos que los periódicos y el resto de medios de comunicación dejen de esconder la verdad y de disfrazarla con propaganda e intereses partidistas y empresariales. Y que se dediquen a informar desde la transparencia y la independencia informativa [Más sobre los medios aquí]
–o–
Si perseguimos estas cuatro cosas, así de simples, el mundo volverá a su curso. Dejará de estar del revés y empezará a girar en la dirección adecuada. Por supuesto que luego habrá que hacer más cosas, pero ya estarán en manos de políticos, bancos, grandes empresas y medios de comunicación responsables y respetuosos, comprometidos con su función social más básica y con el bienestar común de eso que llamamos España.
Y ya que empecé con Chambao, me permito despedirme también con otra de sus canciones. Aunque esta se la dedico a los españoles, también a mi como español que soy. Y en especial, a todos los valencianos que hoy salieron a la calle para exigir una respuesta ante el trágico accidente de metro del año 2006, en parte, como reacción al programa ‘Los olvidados’ de Salvados, en la Sexta. Su título es ‘La Verdad Mentira’. Aquí el vídeo; aquí la letra. ¡Qué aproveche!
Etiquetas: 15-M, bancos, crisis, empresario, lovetopía, oportunidad, políticos