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Blog de Carlos Goga

2015, el año de la segunda oportunidad para la regeneración personal y empresarial

30/12/2014 | | cambio, emprender, otra economía | 2 Comentarios

Las situaciones vividas durante los últimos 7 años, desde que empezó la crisis, me han permitido compartir, sentir y re-sentir situaciones tan diversas como novedosas, tan esperanzadoras como desgarradoras. Hoy quiero hacer una pequeña recapitulación desde el aprendizaje, señalando aquello que necesitamos colectivamente y que ojalá se consoliden en propuestas claras para una regeneración personal, empresarial y social.

Por respeto, por conveniencia, omito cualquier referencia a las personas que me han ofrecido el aprendizaje desde su dolor y su desesperación. Cada letra de este post es un homenaje a ellos. Y cada espacio entre letras es un suspiro de amor que les dedico.

Porque muchos nos creímos, a pies juntillas, las propuestas sociales y económicas que nos llegaban antes de la crisis y que nos hicieron caer en una «gran trampa económica» de la que es casi imposible salir. Hoy por hoy, pienso en aquél «una pareja para toda la vida, una vivienda para toda la vida, un trabajo para toda la vida y una empresa para toda la vida» y me río tanto como lloro.

Sé que somos muchos, y aquí me incluyo, los que merecemos una segunda oportunidad. Y así lo manifiesto, con el anhelo del corazón abierto.

  1. Segunda oportunidad para recomponer una vida sentimental y familiar lastrada por una separación o un divorcio con cargas económicas, en forma de pensión, que no podemos asumir ya porque la situación económica es radicalmente diferente o porque hemos elegido caminos de vida distintos. Aquí ayudaría mucho mucho una iniciativa de Renta Básica Universal que incluya a nuestros hijos e hijas y que libere de las pensiones limitadoras.
  2. Segunda oportunidad para recuperar el dinero invertido en la vivienda comprada y embargada (o deshauciada) y hacer desaparecer las enormes deudas personales que los bancos aún ostentan y que empujan a muchos al ostracismo económico. Aquí ayudaría enormemente una iniciativa que haga borrón y cuenta nueva, e incluso que obligue a los bancos a restituir las cantidades pagadas en situación de embargo y deshaucio (todo lo contrario de lo que ocurre hoy). Una modificación seria del proceso concursal privado, de acceso gratuito y universal, sería un buen camino.
  3. Segunda oportunidad para aligerar los pagos por una vivienda comprada a precios desorbitados. Aquí ayudaría mucho algún esquema que imponga a los bancos una renegociación de las hipotecas en función del valor real y de la renta disponible de las familias.
  4. Segunda oportunidad para retomar el cauce de la formación para aquellos que decidieron acudir laboralmente a la llamada del ladrillo y la bonanza económica y que, hoy por hoy, se han quedado estancados personal y profesionalmente y que parecen condenados eternamente al paro. Aquí ayudaría construir dinámicas de formación exclusivas para estos colectivos, donde se empatice con sus situaciones específicas y se les ofrezcan caminos sociales especiales. Cada vez que escucho la expresión «ni-ni», lo reconozco, me inunda la ira ante las instituciones.
  5. Segunda oportunidad para empezar empresarialmente de nuevo para aquellos emprendedores y empresarios que se han visto obligados a cerrar sus empresas y que acumulan deudas con terceros que les excluyen de cualquier opción de futuro porque tienen a los acreedores «ojo avizor» a la espera de que obtengan cualquier ingreso. Aquí ayudaría mucho cualquier iniciativa que haga borrón y cuenta nueva y que libere todo ese aprendizaje, el del empresario emprendedor con empresa fallida, en pro de nuevas aventuras empresariales que generen empleo y riqueza. La revisión del proceso concursal personal también es una opción aquí.
  6. Segunda oportunidad para contratar y crecer de nuevo para aquellos emprendedores y empresarios que han visto cómo los bancos se negaban a cualquier reestructuración de sus deudas y que, para no cerrar y perderlo todo, se han encontrado con la tesitura de cerrar parte de la actividad, despedir a sus empleados y esconderse bajo trincheras de negocio que les impiden cualquier iniciativa u opción de crecimiento. Aquí ayudaría cualquier propuesta orientada a reestructurar y refinanciar las deudas privadas, tal cual ocurre en el proceso concursal con plan de viabilidad, pero desde la sencillez de solicitud y resolución judicial.
  7. Segunda oportunidad para intentar un futuro profesional, desde el autoempleo o cogido de la mano de otros, para aquellos trabajadores que buscan un nuevo camino y por motivos de edad o de formación saben que esta es su única alternativa para volver a desarrollar una actividad. Y aquí, cuando digo segunda oportunidad, grito con contundencia «sin las cargas económicas y administrativas que suponer hoy por hoy empezar cualquier actividad», permitiendo que la gente trabaje y construya un suelo económico mínimo desde el que vertebrar, a posteriori, su actividad empresarial y responder a sus obligaciones tributarias. Nada de autónomos ni de declaraciones de IVA ni altas fiscales ni leches en vinagre. Nada de condenar, de facto, a cientos de miles de personas a la economía sumergida, desde la espada de Damocles de la ilegalidad cuando deberían recibir los laureles de la victoria. Si la actividad no genera un mínimo, entonces nada se debe y todo se agradece. Debemos hacer honor, desde el coraje social y la ausencia de hipocresía económica, al concepto del «garage desde el que empezaron Steve Jobs y otros grandes» y que tan prostituido está.

Quizás alguno se vea invadido por el escepticismo y tenga la impronta de preguntar… «Pero ¿por qué tendríamos que hacer algo así? ¡Cada cual que cargue con sus faltas y sus errores!«. Si este es el caso, se me ocurre susurrar algunas cosas:

  • porque ha llegado el momento de ser generoso con el otro;
  • porque la situación requiere que todos nos pongamos manos a la obra para superar el momento social en el que estamos y son muchos, demasiados los que no pueden contribuir y representan un lastre porque están «atados de pies y manos»;
  • porque las cargas que soportan algunos son de tal magnitud que las únicas opciones que les quedan sólo les permite vivir en el camino de la supervivencia (la mayoría) o de la economía sumergida (la minoría);
  • porque la mayoría de las deudas, cuando existen, nunca se pagarán y permanecerán eternamente en la ficción contable.
  • porque hemos ofrecido una segunda oportunidad a los bancos (¿o no es esto el rescate bancario?), a los políticos corruptos (¿o no es esto el indulto?), a los políticos ineptos (¿o no son esto las recolocaciones?) y a los ricos defraudadores (¿o no es esto la amnistía fiscal?) y ha llegado el momento de atender, de mejor manera, a todas aquellas mujeres y hombres que han resultado damnificados de manera vital cual «víctimas» de un atrocidio económico y social.

Si tengo que lanzar algún deseo al 2015, y fíjate que deseos no me faltan, elijo sólo este: ¡Que sea el año de las segundas oportunidades para las personas!

Etiquetas: amar, cambio, crisis, emprendedor, empresario, indignado, innovación, oportunidad

2 Comentarios

Carmen del Pozo  on diciembre 31st, 2014

No tengo palabras que pueda añadir ni en calidad ni en cantidad porque creo, y siempre lo he creido, que eres un genio Carlos, en el mejor y mas amplio sentido de la palabra. Por primera vez, alguien (que conozca, quiera y admire) recoge con enorme cariño, respeto y claridad la realidad. Si pudiera quedarme con una frase sería: «porque ha llegado el momento de ser generoso con el otro y la situación requiere que todos nos pongamos manos a la obra para superar el momento social en el que estamos». Creo que desde la solidaridad( en todas sus vertientes) y la «interactuación» entre todos, se pueden conseguir resultados de mejoría. Es lo que nuestros padres hicieron en la postguerra y nos han dado el ejemplo a seguir. Si ellos pudieron, por qué no lo vamos a conseguir nosotr@s? Al final, esto es un resultado de una «guerra» bancaria y económica y de intereses políticos y los «afectados» tenemos que salir solos porque nadie vendrá a «rescatarnos». Amig@s, solidaridad, empatía y salud para conseguir nuestra Meta! Cambiemos el plan pero nunca la Meta. Feliz 2015

Startup Funeral o cómo aprender y crecer desde los fallidos empresariales « Emprender « Blog de Carlos Goga  on diciembre 15th, 2016

[…] de construir y disfrutar de otra España, mucho más activa y atractiva. Más sobre esto aquí (post: “2015, el año de la segunda oportunidad para la regeneración personal y […]

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