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Blog de Carlos Goga

DocOnYou: la historia oficial

28/12/2011 | | emprender, experiencias, nuevas tecnologías | No hay comentarios

El proyecto DOCONYOU lo gesté en el 2009 dentro de DOCONTIME y lo presenté en sociedad en septiembre de ese año.

Mi objetivo era tan simple como ambicioso. Construir una red de facturación electrónica universal adaptando conceptos y tecnologías ya probadas con éxito en redes como facebook o linkedin. En total, estimé una inversión inicial de entre 2,5M y 3M de euros. Con esto, dispondría lo suficiente para asentar las bases de la empresa y conquistar el mercado nacional.

La recompensa que perseguía enorme. Erradicar el papel del mundo empresarial y salvar millones de árboles. Arrancar la sonrisa de millones de personas, principalmente las administrativas del mundo, mejorando y humanizando sustancialmente su puesto de trabajo. Retar y desplazar a la banca en su rol de financiador empresarial. Sentar las bases de una tecnología que pusiese a las personas en el centro y diese transparencia a las instituciones, desde la máxima eficiencia, elevando a un nuevo nivel la democracia tan cuestionada en nuestra sociedad actual. Y crear valor, mucho valor, fácilmente estimable en cientos, sino miles de millones de euros.

Pero la financiación de arranque, como suele ocurrir, no llegó. DOCONTIME era una sociedad con 8 años de pérdidas acumuladas y gobernada por socios sin visión ni capacidad de financiación. Nada atractivo para un nuevo inversor. Y así, llegué a noviembre de 2010. DOCONTIME se dirigía, por segunda vez consecutiva, hacia el concurso de acreedores y la liquidación.

Fue entonces cuando, conjuntamente con el equipo directivo, tomé la decisión de poner en marcha DOCONYOU sin las servidumbres de DOCONTIME. Pero ante mi determinación, los socios de DOCONTIME, liderados por el fondo AXON e INVERNOSTRA, vieron en mi apuesta una nueva oportunidad y se ofrecieron a participar en la nueva aventura empresarial. Invertirían 1,5M de euros. Los primeros 500K irían a re-estructurar y viabilizar financieramente DOCONTIME. Cosa suya. El siguiente 1M iría directamente a financiar DOCONYOU durante todo el 2011: nuestro primer año de actividad. A cambio, como nos impusimos una reducción drástica en nuestras retribuciones. Las negociaciones duraron casi cuatro meses. Hasta que todo quedó definido el 8 de abril de 2011 y firmamos un PACTO ENTRE SOCIOS DE DOCONYOU.

El acuerdo, sin embargo, apenas duró. Dos semanas después, AXON no realizó el segundo de los desembolsos pactados por importe de 200K. Me dejó temblando. El motivo alegado fue un error administrativo. La realidad demostrada fue que quiso aprovechar su momento de fuerza para imponer sus criterios al auditor y favorecer sus intereses en detrimento del resto de socios. El mecanismo fue un simple chantaje: o me consigues un informe favorable a los intereses de AXON, o no hay desembolso.

Pero no accedí al chantaje. A mediados de mayo de 2011, informé de la jugada a los socios de DOCONTIME y denuncié a AXON por incumplimiento del PACTO ENTRE SOCIOS DE DOCONYOU. Solicité, según recogía el propio pacto, la mediación de un árbitro y reclamé las penalizaciones que anticipamos ante una situación así.

La tensión del momento desembocó en un mes de duras negociaciones. El objetivo de AXON, en representación suya y del resto de socios financieros, fue exclusivamente que retirase la denuncia. Mi objetivo, sin dudarlo, fue que cumpliesen los compromisos financieros íntegros y se instrumentalizase algún mecanismo que evitase cualquier tentación de represalia. Pero no hubo acuerdo. Y sin acuerdo, llegaron las represalias fáciles.

El 1 de julio de 2011, AXON tomó el control de DOCONYOU e impuso su ley, saltándose el PACTO ENTRE SOCIOS, los Estatutos Sociales de la empresa y la propia Ley de Sociedades de Capital. La entrada no pudo ser más agresiva. Parón inmediato de la actividad para realizar una auditoría informática encargada a ex empleados, personas non gratas por su agresividad y sus reclamaciones judiciales y presentados como ‘personas de confianza’ de AXON; suspensión del servicio online; y sustracción del código fuente. En apenas cuatro días, AXON me impidió el acceso a las oficinas y me retiró usuarios y contraseñas; canceló y despidió a los socios directores; ordenó el cierre de las oficinas y el traslado a otras mucho más cutres y caras, pero suyas; y puso en marcha un plan de operaciones, desde la ignorancia absoluta, de consecuencias tan arriesgadas como nefastas.

DOCONYOU, con apenas seis meses de vida, se encalló y encontró su peor momento. La disputa sigue servida. Por mi parte, agraviado como me siento por todo lo sucedido, reclamo con fiereza la propiedad de la empresa y las indemnizaciones oportunas. Los socios financieros, envalentonados por saberse con capital y por su posición de control, amenazan a diestra y siniestra con interponer demandas y pleitos que me bloqueen o me arruinen.

Y mientras, aquí me tenéis, reiniciando vida y persiguiendo nuevos proyectos. Mi objetivo, el mismo: hacer de nuestro mundo un lugar mejor, más seguro y cómodo, para todos, aunque pensando en nuestros hombres, nuestras mujeres y nuestros hijos.

/Carlos

Etiquetas: doconyou, historias, proyectos

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