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Blog de Carlos Goga

¿Emigrar o innovar? Un camino para el nuevo año

23/12/2013 | | emprender | 1 Comentario

Justo cuando nos despedíamos, me dijo: “A la juventud española sólo le queda emigrar o innovar”. Con esta sencilla frase se despidió de mí un buen amigo el pasado jueves, después de un par de horas hablando sobre el devenir de la vida durante los últimos años.

Visto lo visto en esta España nuestra, es difícil no estar de acuerdo.

Me gustaría decir que mejor innovar que emigrar, para que la juventud se constituya en artífice del cambio, pero reconozco que las circunstancias individuales son lo primero y que cada cual debe realizar su elección con plena libertad, sin reproches ni condicionantes.

En cualquier caso, me atrevo a compartir una serie de reflexiones, presentadas como consejos, que servirán a unos y a otros, tanto a los que quieran innovar como a los que quieran emigrar. Estas reflexiones son una adaptación de los consejos que encontré en el libro El Camino del Poder, de José Stevens y Lena Stevens. Si te apetece el original, aquí puedes conseguirlo.

1. Prepárate en lo energético, en lo físico, en lo emocional y en lo psicológico.

En primer lugar, debes ser capaz de afrontar el estrés que acompaña cualquier cambio fuerte. Tanto si apuestas por innovar como si apuestas por emigrar, no tengas dudas de que vas a tener que hacer frente a situaciones muy difíciles que supondrán un alto nivel de estrés.  Antes de iniciar tu nuevo camino, deberías estar fuerte, deberías estar saludable, deberías sentir la paz de la estabilidad emocional y deberías disfrutar de una condición psicológica sana.

2. Prepárate plenamente y dispón de todo lo que necesitas.

Como quien prepara un viaje, prepárate con todo aquello que anticipes puedes necesitar. Si algo sabes que necesitarás, tenlo cerca. Sino lo tienes, búscalo. Sino lo encuentras, no empieces. Los imprevistos del camino van a ser tantos que tendrás que dedicar tus energías al pleno en resolverlos; no dificultes tu labor partiendo con carencias manifiestas desde el inicio.

3. Identifica con claridad el momento en que te sientas preparado.

Estar preparado no significa, ni mucho menos, que todo sea perfecto y que no albergues ningún miedo. Este momento nunca llegará. Sentirse preparado significa ser capaz de adaptarse y aprender las nuevas reglas del juego sobre la marcha. Y seguir adaptándose cuando las reglas cambien.

4. Entiende los riesgos que asumes.

Emprender un nuevo camino significa abrirse a muchas oportunidades, pero también a muchos riesgos.  Debes entender la verdadera naturaleza de los riesgos que corres y de los riesgos que pides a otros que corran por ti. No tener en cuenta los riesgos puede tener unas consecuencias desastrosas para ti y para los tuyos.

5. Asegúrate de haber alcanzado ese estado interior en que no te importe conseguirlo o no conseguirlo.

Debes estar preparado para intentarlo una y otra vez hasta conseguirlo. Si estas dominado por el miedo o por la arrogancia y te exiges tener éxito a la primera, ten la certeza de que te estás metiendo en problemas. No conviertas tu decisión en una prueba íntima para descubrir si eres lo suficientemente inteligente, resistente o astuto. Esta actitud te distraerá de lo que ocurre en tu entorno y caminarás directamente hacia el fracaso.

6. Actúa sin titubeos.

En el momento en que llegues a la conclusión de estás preparado para dar el paso y es el momento oportuno, lánzate. Debes comprometerte totalmente, sin limitaciones. No permitas que la duda asome. El principal modo para reconocer que es el momento adecuado y las circunstancias adecuadas es sentir esa tranquilidad y ausencia de esfuerzo y duda que deben acompañar a cualquier decisión por crecer en la vida y avanzar.

7. Haz de tu perseverancia la fuente de tu experiencia y de tu conocimiento.

Empezar a caminar con la determinación de llegar al final te va a exigir perseverancia. Pero no una perseverancia propia del que es terco, sino una perseverancia abierta acompañada de compromiso, sacrificio y fe. El compromiso contigo mismo y con el resultado final que esperas conseguir. El sacrificio entendido como una renuncia a tu nivel de comodidad, tus ideas preconcebidas y  los hábitos adquiridos, incluyendo en especial aceptar temporalmente el sentir de ser incompetente, inexperto y fracasado. Y fe, mucha fe para perseverar incluso cuando parece que las cosas ya no tienen sentido; la fe es un salvoconducto de humildad para alcanzar el éxito individual reconociendo que no siempre sabes todo lo que hay que saber. Cuando la perseverancia te permita adquirir conocimiento y experiencia en cada paso que des, en cada obstáculo que saltes y en cada trampa en la que caigas, entonces será una perseverancia positiva que te permite avanzar en la vida.

8. Pide ayuda cada vez que te sientas bloqueado.

No tengas dudas de que van a surgir imprevistos y vas a cometer errores. Ten por seguro que te encontrarás con obstáculos y oponentes. Cuando sea así, pide ayuda. Busca en tu entorno quien tiene la potencialidad de ayudarte y no lo dudes. Pide ayuda, desde la generosidad y el intercambio. Acepta las negativas y que eso no te desanime para pedir ayuda otra vez. Y acepta lo que se te dé; muchas veces ocurrirá que no sabrás qué pedir, o pedirás lo que no necesitas, pero recibirás justo aquello que te ofrece una nueva oportunidad y te desbloquea.

9. Vive la vida como un juego y disfruta

En el juego de la vida, ganar equivale a sentirse feliz, superarse a uno mismo, disfrutando de libertad de acción, satisfecho del día vivido, haciendo contribuciones valiosas, sintiéndose útil y sabiéndose director y guionista de la vida propia. Perder es no llegar a conseguir nada de lo anterior y sentir y sentirse impotente y atrapado, con la autoestima por los suelos y sin dirección qué seguir. Cuando tropiezas y no avanzas, cuando sientes que pierdes, puedes optar por aprender lo que no tienes que hacer, lo que no te proporciona avance ni energía; así que, aunque pierdas, puedes seguir avanzando si aprendes y mejoras tu siguiente paso.

— o —

En los momentos difíciles, recuerda que “en la vida, a veces se gana y a veces se aprende”.  Es una manera especial de saber que pase lo que pase, siempre ganamos: a veces por fuera, a veces por dentro, pero siempre ganamos.

Y llegado el momento, no tengas miedo a retirarte si descubres que no estás preparado para afrontar con éxito el camino que iniciaste. Retirarse a tiempo es un acto de sabiduría y de valentía que te permitirá lanzarte de nuevo a conquistar tu camino cuando estés más preparado y tus opciones sean mayores.

Etiquetas: emprendedor, innovación, oportunidad

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