¡Gracias Civic Factory Fest, gracias por tanta vida y tanta magia!

29/11/2016 | carlosgoga | cambio, clase creativa, experiencias | No hay comentarios

El fin de semana ha pasado y ya han empezado las despedidas. El sentir de final está entre nosotros. Y mi corazón rebosa gratitud y empieza a manifestar sutilmente la tristeza de las despedidas. Pero ante todo, sobre todo, siento gratitud.

El Civic Factory Fest (CFF) de Valencia llega a su recta final. Lo que empezó coincidencia y anécdota ahora lo siento sincronismo y central. ¡Qué bonito ha sido llegar a Valencia y poder involucrarme de manera espontánea con tanta gente hermosa, hombres y mujeres, con grandes intenciones de corazón a flor de piel! ¡Qué simbólico y qué bien coreografiado! ¡Qué mágica esta vida! ¡Cuánta magia siento!

El Civic Factory Fest de La Marina en Valencia se ha presentado como un espacio para la construcción colectiva de la ciudad. Durante todo el mes de noviembre, gentes de aquí y de allá, locales e internacionales, se han encontrado para compartir espacio y tiempo y, con calma, involucrarse en algunas de las actividades propuestas. Hemos tenido cursos, comidas, grupos de trabajo, cenas, charlas, cervezas, exposiciones, círculos, fiestas, propuestas de yoga, conciertos… un poco de todo lo que permite encontrarse y reconocerse para así celebrar el encuentro. En su web encontrarás amplia información de lo que ha sido.

¡Cuánta magia siento! ¡Magia que quiero escribir para compartir y para recordar!

Porque mágico y especial ha sido que el CFF, una festival dedicado a lo nuevo que nos espera, se celebrase en el epicentro de aquella nefasta política de grandes eventos que protagonizó la vida de Valencia, en la base del Allinghi en las instalaciones de la America’s Cup, lindando con el trazado del Circuito de Formula 1, en un lugar que fue tan secreto como elitista en otra época y que ahora está abandonado y camino de la ruina. ¡Qué mágico que la semilla de lo nuevo empieza a brotar allí mismo!

Porque mágico y especial ha sido que mi llegada al CFF ocurriese en un momento tal que fue Adolfo Chautón, madrileño afincado en Cáceres, quien me ofreciese la bienvenida y me diese la voz ante los allí presentes.

Porque mágico y especial ha sido que durante la primera actividad en la que participé eligiésemos poner como ejemplo de trabajo un sueño colectivo: “Valencia como capital de Lovetopía”.

Porque mágico y especial ha sido que mi querido Cristián acudiese desde Madrid para acompañarnos en el CFF durante el primer fin de semana de mi estar en Valencia, momento en que las energías de vida se escondían y necesitaba de brazos y caras amigas que me acomodasen.

Porque mágico y especial ha sido que Cristián me presentarse a Deepti, mujer joven, hermosa y sensible que no manifiesta dudas cuando de escuchar al corazón se trata y que me ofreció participar en un proyecto tan bello como su propio nombre indica: “Landscape of Love”.

Porque mágico y especial ha sido que día tras día, cuando la soledad de Valencia me alcanzaba los huesos, los nuevos amigos y amigas del CFF me acogiesen como uno de ellos y me permitiesen participar en todas y cada una de sus situaciones con la espontaneidad del amigo íntimo.

Porque mágico y especial ha sido renovar mi mirada de manera abierta y re-encontrarme como «LoveWalker», un nuevo súper héroe que gusta de caminar, que es capaz de desmenuzar y concretar el conocimiento, y que juega a hacer el amor con la vida de miles de nuevas maneras, un súper héroe cuyo lema se resumiría en #PequeñosPasosGrandesHuellas.

Porque mágico y especial ha sido poder cruzar a las gentes del CFF con las gentes de La Marina de Empresas, en un danzar (quizás ingenuo y simplón) entre lo que se manifiesta nuevo y lo que (quizás erróneamente pero fácilmente) asimilo con lo antiguo.

Porque mágico y especial ha sido escuchar de manera repetida, multitud de veces, comentarios espontáneos de gentes que visitaban el CFF y que exclamaban “¡Qué bien, qué interesante, qué conveniente para Valencia! ¡Porque estas cosas nunca han ocurrido en Valencia y son más necesarias que nunca!” sin que ellos y ellas supiesen que sus comentarios también me alimentaban a mí, que también me hablaban de mi intención de instalarme en Valencia y me hacían sentir bienvenido y bien acogido.

Porque mágico y especial ha sido ponerme al servicio de la mujer que es artista y, de manera incondicional, incluso a pesar del parloteo de la mente y de sus razones, mano a mano con otra gran mujer, contribuir en la construcción de una intervención artística tan hermosa como sencilla,  que bien resume este lema que ya me acompañará siempre: ¡Soy responsable de mi rosa»

Porque mágico y especial ha sido hacer de anfitrión del CFF ante mi hijo Rubén y ofrecerle un relato de la historia reciente de Valencia mientras le mostraba las instalaciones y le ilustraba sobre las intenciones de todos los presentes, en un momento que terminó, situación grande y profunda, comiendo un delicatesen vegetariano de un food-truck, mientras escuchábamos música en directo en los hangares del Allinghi, al tiempo que exclamaba: ¡Qué bien, papá! ¡No sabía que esto tan chulo estaba en Valencia! ¡Ojala estuviese aquí siempre!

Porque muy mágico y muy especial ha sido, y quiero destacar los dos «muy», porque muy mágico y muy especial ha sido ser testigo de excepción de la actividad, el trabajo y el compromiso incondicional del colectivo CivicWise y todos sus miembros, hombres y mujeres, que han elegido poner su talento y su energía al servicio de un mundo mejor y más hermoso, donde las personas y la vida estamos en el centro, en un ejemplo vivo de lo que empezamos a conocer como «clase creativa» y «organizaciones azul turquesa».

Por todo esto y por otros mil momento más, gracias mil a todos y a todas por haberlo hecho posible, por haber facilitado la magia del vivir y por ofreceros incondicionalmente en pro de una #lovetopía más cercana. ¡Gracias Laura, Irene, Marta, Deepti, Reichel y María Jesús! ¡Gracias Adolfo, Doménico, Jonathan, Bentejui, Artemi, Francesco, Luis, Pascual, Fausto, Bernardo, Alberto y Antonio! ¡Y gracias especiales, redobladas, a todos y todas cuyos nombres omito no porque no estéis conmigo, sino porque mi capacidad de recuerdo tiene sus limites!

Me siento conquistado de corazón 🙂 Os quiero

Etiquetas: cambio, corazón, oportunidad